martes, 23 de septiembre de 2014

LAS TORTUGAS NINJA VENCE A THE EXPENDABLES 3



En su primera semana de estreno las Tortugas Ninja recaudaron en taquilla mucho más que The Expendables 3 (28,4 millones de dólares la primera frente a los 16,1 millones de la segunda). ¿Es esto un indicador de que los gustos del público de cine de acción ha cambiado en las últimas dos décadas? Parece razonable creer que sí.

Los que contamos ya con cuarenta años hemos podido ver muy de cerca la “evolución” que ha sufrido el cine de acción en los últimos veinte años. Aquellos que fuimos a EGB crecimos viendo películas con efectos especiales artesanales y con protagonistas de carne y hueso. Los especialistas de los 80 y 90 se jugaban la vida rodando arriesgadas escenas que ponían los pelos de punta cuando se visionaban en la gran pantalla.

El cine de acción actual se rueda delante de una pantalla azul o verde o se crea con un nuevo software, realizando escenas de acción que no transmiten la sensación de riesgo que se pretende. Menos agradable es todavía cuando los protagonistas son “actores digitales”  que se supone debemos creer que son reales. ¿Cómo puede uno sufrir por algo que no puede morir?

Personalmente, cuando veo una Tortuga Ninja, un Transformer o un Avatar de James Cameron no me creo nada, tengo la sensación de estar jugando a un video juego pero sin controlar los mandos. Es como cuando eras niño y te ibas a los siniestros y ahumados salones recreativos a ver como un adulto jugaba a matar marcianitos en las Máquinas de Marcianitos.

El que esto escribe prefiere ver a actores de carne y hueso con efectos especiales cutres, con sangre cutre que una mega escena con explosiones digitales, personajes digitales y movimientos de cámara a 1.000 por hora.  A menudo cuesta diferenciar entre el video juego y la película, ¿no os ha pasado viendo un anuncio en la tele?



Quizá los más jóvenes piensen que estas palabras son las de un carca que se ha quedado estancado en el pasado y posiblemente tengan razón. Yo les preguntaría a esos jóvenes si ellos, pasados veinte años, seguirán admirando a un Tortuga Ninja digital. 

http://cinemania.es/noticias/las-tortugas-ninja-machacan-los-mercenarios-de-stallone/

http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/cine/ninja-turtles-lidera-por-segunda-semana-consecutiva-la-taquilla_yWSOKHUL7bImd45hae0B85/

miércoles, 17 de septiembre de 2014

MUERE SYLVESTER STALLONE A LOS 68 AÑOS


El rumor propagado por la red con la frase "Murió Sylvester Stallone" ha conseguido dar esta semana más de un disgusto a no pocos fans del actor. La gente es muy dada a inventar muertes de actores pero esta vez la cosa ha ido más allá ya que los creadores del bulo incluso crearon una página de Facebook que llegó a reunir más de un millón de likes. En esta página podía leerse: 

“El lunes (15 de septiembre), aproximadamente a las 11 a.m. PDT, nuestro amado actor falleció. Sylvester Stallone nació el 6 de julio de 1946 en Nueva York. Lo vamos a extrañar, pero nunca lo vamos a olvidar. Por favor mostrad vuestra simpatía y condolencias a través de comentarios en esta página”.

Suponemos que el "juego" habrá consistido en ver la repercusión de este titular en la red, los creadores de la broma habrán gozado al ver que el tema fue uno de los más populares en Twitter durante horas.

Así pues podemos respirar tranquilos ya que Sly está vivito y coleando y seguirá así para regalarnos más entregas de The Expendables.

martes, 16 de septiembre de 2014

LAST BLOOD (RAMBO V)


Parece que es ya un hecho; Rambo V verá la luz en 2015. Recientemente, Sly declaró que ya se estaba entrenando para encarnar de nuevo al eexcombatiente de Vietnam, comentando que debía interpretar al personaje antes de cumplir los 70, recordemos que actualmente Stallone cuenta ya con 68 añazos.

Ahora sólo cabe preguntarse si sabrá preparar un buen guión para lo que ya se ha anunciado como el último episodio del personaje, las últimas noticias han dado ya un título para Rambo V; Last Blood, en un claro homenaje a la primera película de la saga llamada First Blood.


martes, 2 de septiembre de 2014

PARADISE ALLEY


Ayer por la noche y por casualidad, tuve la suerte de tropezarme con la emisión de esta joya de nombre La Cocina del Infierno (Paradise Alley).Un film que Sylvester Stallone escribió, dirigió y protagonizó en 1978, dos años después de haber triunfado con su emblemática Rocky (1976).

Paradise Alley, ambientada en 1940, narra la historia de tres hermanos italianos que deben ganarse la vida en un barrio marginal de Nueva York, de nombre igual al título de la película.

Cosmo (Sylvester Stallone) es un tipo caradura y manipulador que ve en su fuerte y bondadoso hermano Víctor (Lee Canalito) un diamante en bruto que explotar como luchador de lucha libre y ganar así dinero y fama a su costa. Lenny (Amand Assante) es el tercer hermano y el contrapunto amargo, un tipo hundido, veterano de guerra y lisiado que no aprueba la manipulación que Cosmo ejerce sobre el inocente Victor.

Sobre esta sencilla premisa se erige un proyecto lleno de encanto, inocencia y sentido del humor, con unos personajes y situaciones que rozan el absurdo. Stallone dirige con frescura y entusiasmo una película que, en su carácter, puede recordarnos a un episodio del Equipo A, donde incluso los malos más malos son encantadores.

Se plantea escenas tremendamente delirantes como ese pulso entre Víctor y el matón del gangster del barrio que no acaba nunca, o el momento donde Cosmo pide consejo a su amante sobre como conquistar a una chica decente que  “le gusta de verdad”.

Stallone supo reservarse el papel más atractivo de la película, adjudicándose el rol de hermano manipulador y trepa. Para él lo fácil y más previsible hubiera sido encarnar al luchador, recordemos que su fama estaba aún muy fresca gracias a su primera película de Rocky. En lugar de eso prefirío meterse en la piel de ese liante que no calla nunca pero que goza de un encanto especial.

Paradise Alley es un caricatura de un momento y un lugar de la historia no exenta de matices dramáticos; el soldado que lo dio todo y que ahora no tiene nada, la pobreza y la delincuencia del barrio donde transcurre la historia o el buscavidas capaz de vender a su família por dinero.

Stallone, en algún momento de los ochenta, pensó que sólo podía hacer películas de músculo y se equivocó de pleno; Paradise Alley es prueba de ello.