lunes, 16 de marzo de 2015

TANGO Y CASH


De las películas más tontas de la historia del cine de nuestro ídolo, esta es una de las que se lleva la palma. “Tango & Cash” (1989)  es un acercamiento por parte de Sly a la comedia que en esta ocasión le salió “bien”.

Tal fue el subidón del actor, que pensó que esto de la comedia era la suyo, embarcándose tres años después en las dos peores elecciones de la historia de su carrera: “Oscar” y “Alto, o mi Madre Dispara”, las dos estrenadas de manera consecutiva en 1991… ¡uf,! Hay películas que golpean más fuerte que la vida.

Sly supo reflexionar sobre el tipo de comedia que el público sabe perdonarle, ésa en la que acción y chistes van de la mano y a toda velocidad, como ocurre en “Tango & Cash”. Esta exitosa fórmula volvió a repetirla en 1993 con “Demolition Man”, proyecto del que salió mejor parado de lo que cabía esperar.

Que lo leído hasta ahora no te lleve a pensar que estoy mal metiendo de esta película que considero un gran entretenimiento muy acorde con los clichés de los ochenta. Un film del que no debes sentir la obligación de ver en la actualidad ya que es de esos films a los que el tiempo realmente les ha hecho mucho, pero que mucho daño. Al revisarla años después he tenido la misma impresión que cuando veo un episodio del equipo A, la sensación de que lo que estoy viendo está enfocado a un público adolescente, casi infantil.



“Tango & Cash” no pretende engañar a nadie, la película se construye sobre un guión que da risa de lo simple que es: una pandilla de jefes criminales, encabezados por Jack Palance, idea un plan para librarse de los dos mejores policías de la ciudad (Tango & Cash), para así poder hacer sus negocios sin que éstos se interpongan. Cuando los músculos de los polis tocan el suelo de la cárcel (recordemos que Sly pisó la cárcel ese mismo año con “Encerrado”) es cuando se ven obligados a unir fuerzas con el objetivo de escapar de prisión y demostrar su inocencia.

Por supuesto, las personalidades de los dos policías son diametralmente opuestas, ¿se ha visto esto en alguna otra película de policías? Mientras Tango (Stallone) es una especie de millonario que sigue ejerciendo de poli para pasar el rato, Cash (Russell) es un desaliñado e impulsivo agente con pocos modales y con un intelecto algo justo. Podemos llegar a afirmar que el éxito de esta  “budy-movie” radica principalmente en el tándem Stalllone-Russell, con una química que se sale de la pantalla, lo que otorga a la cinta la frescura necesaria en este tipo de cine, más orientado al consumo de palomitas que en crear una trama mínimamente creíble.

El actor, compositor y aquí director, Andrei Konchalovsky, consciente de que no estaba rodando precisamente un nuevo “Ciudadano Kane”, intensificó sus esfuerzos en crear escenas de acción bien resueltas, visiblemente agradables y entretenidas, de ésas escenas que el espectador es capaz de seguir sin perderse. En ese sentido, de lo mejor de la película es el momentazo de pura adrenalina en la que los protagonistas se enfrentan a puñetazos con el numeroso “comité de bienvenida” de la prisión.

En el film aparecen caras tan conocidas como las del ya desaparecido “replicante” Brion James, haciendo del matón que prepara la trampa a Tango & Cash,  así como la atractiva Teri Hatcher, en el papel de hermana pivón de Tango (cuando todavía no era una “mujer desesperada”).


Teri Hatcher


La música corrió a cargo de Harold Faltermeyer que recurrió a los sintetizadores tan típicos de los ochenta, ésos que no dejan de recordarnos el mayor éxito del músico alemán: “Axel F”, que en 1985 compuso para “Superdetective en Hollywood”. Por cierto, ¿sabíais que el papel que protagonizó Eddie Murphy en esa película se le ofreció antes a  Sylvester Stallone? Hollywood es un pañuelo.

No cuesta imaginar que la película contó con el esperado apaleamiento por parte de la crítica así como tres nominaciones a los premios Razzie (los anti Oscar de Hollywood): uno para Stallone, otro para Russell y el tercero para el “guionista” Randy Feldman. No ganó ninguno de esos premios pero tampoco obtuvo los beneficios esperados: costando 55 millones de dólares (personalmente no veo dónde se invirtió ese dinero), consiguió recaudar sólo 63,4 millones de dolores, quiero decir…dólares.

Alguien me dijo una vez que una película buena es aquella que te gusta, ese razonamiento me vale para definir “Tango & Cash” como una obra maestra, sobretodo si –como yo- tuviste la suerte de verla el día del estreno con catorce años. Aquella tarde lo pasé tan bien que, lo que pudo ser una de las películas más tontas de la historia, se convirtió para mi en una de las películas que ocupa un lugar en la biblioteca de mi corazón.